martes, 1 de febrero de 2011

El Bleriot XI adaptado por Jorge Chávez para la travesía de 1910

Fabricado por Louis Blériot, el Blériot XI era una aeronave de tipo monoplano, alas y planos de cola con estructura de madera recubiertos de tela, tren delantero de madera y metal, amortiguadores de resorte, sistema de comando tipo palanca, rueda o patín posterior y llantas de aterrizaje montadas en aros parecidos a las de una bicicleta. El primero de estos aeroplanos fue expuesto en la “Exposition Intérnationale de la Locomotion Aérienne" de 1909, ese mismo año el mismo Sr. Luis Blériot cruzaría el Canal de la Mancha en uno de estos aparatos.


Avión de muy buena tasa de ascenso y maniobrabilidad fue elegido por el peruano Jorge Chávez, el cual solicitó un nuevo patín de cola, a diferencia de la original rueda posterior. Este patín consistía en dos estructuras curvas ubicadas delante del plano horizontal posterior, el diseño de estas permitía aterrizajes más cortos y actuaba cómo freno, teniendo en cuenta que este aparato no disponía de flaps ni otros dispositivos modernos.






Las máquinas Blériot monoplanos se equiparon con una variedad de motores, eran comunes los Anzani fijos de 3 cilindros, los R.E.P. y por supuesto los más confiables motores de la época: el Gnome, fabricados por Societe Des Moteurs Gnome de Francia, el Blériot XI de Jorge Chávez se equipo con un modelo Omega de 50 HP, tipo radial, rotativo de 7 cilindros, alimentado por gasolina y lubricado con aceite de castor. Este motor estaba refrigerado por aire y era mono valvular, con el escape en la parte superior de cada cilindro, el cual era accionado por una palanca balancín.

Conjuntamente con el motor giraba una hélice de madera de dos palas, fabricada con madera contrachapada en diferentes capas que le daba una gran resistencia. El motor se encendía por medio de un sistema de ignición con magneto, el cual disparaba a un condensador y este hacia una bujía ubicada en cada cilindro.

En lo que respecta a las adaptaciones de Chávez, es interesante indicar que el mismo solicitó cubrir los conductos para transmisión del combustible y aceite con amianto, de esta forma se evitaba el congelamiento a gran altura, una preparación necesaria para la travesía del cruce de los Alpes.

Sencillos instrumentos equipaban la cabina: una brújula, tacómetro y un barómetro portátil; este último singular adaptación de Chávez, el cual adoptó un equipo empleado por los geógrafos y que hacia las veces de altímetro. Por otro lado instaló un mapa en un bastidor delante de la cabina, mapa que indicaba la ruta que debía seguir con puntos de referencia tomados de sus notas realizadas en base a los paseos previos en automóvil por la carretera que cruzaba el paso del Simplón.

El Blériot XI y cualquier aeronave de su época requerían una pericia por parte del piloto; en el caso de este aeroplano, la maniobrabilidad era por medio de la torsión de las alas mediante cables y el vuelo era totalmente visual a cabina descubierta expuesta a los elementos y al aceite que brotaba del motor en movimiento, situación que obligaba al piloto a vestirse con un traje grueso y lentes protectores.

Imagen 1: El Blériot XI de Luis Blériot acaba de cruzar el Canal de la Mancha (1909) - foto The Pioners.
Imagen 2: Salón de la Exposition Intérnationale de la Locomotion Aérienne de 1909, a la derecha se observa el stand de Luis Blériot y dos modelos del monoplano.
Imagen 3: Motor Gnome Omega de 50 Hp empleado en el Blériot XI de Jorge Chávez, se encuenrtra en el Museo Aeronáutico de la FAP.
Imagen 4: Plano de tres vistas del Blériot XI con motor Gnome.

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