Jorge Chávez Dartnell nace en París un 13 de junio de 1887, hijo del banquero peruano don Manuel Gaspar Chávez Moreyra y doña Rosa Dartnell y Guisse. Es inscrito en el Consulado del Perú con el propósito de afianzar sus raíces peruanas junto a las de sus cinco hermanos. Por sus venas corre la sangre aventurera de su bisabuelo el Almirante Jorge Martín Guisse, aguerrido marino inglés veterano de Trafalgar quien se convirtió en prócer de nuestra independencia, siendo nombrado por José de San Martín Contralmirante de la naciente armada peruana.
Jorge Chávez Dartnell de pequeño a las afueras de Paris
Chávez destaca en sus estudios, en el deporte y en el arte, honrando la buena posición social y económica de la familia. Compite en carreras de ciclismo y más adelante en automovilismo. Se gradúa de ingeniero en la Escuela Violet de Electricidad y Mecánica Industrial de París.
En 1909 conoce al destacado aviador Louis Paulhan, iniciando su meteórica carrera en el mundo de la aviación. En la competencia aérea de Reims, Paulhan vio en él cualidades innatas para ser piloto y le da la oportunidad de familiarizarse con los aeroplanos armando y desarmando motores, revisando sus estructuras y mecanismos de control. Inicia su instrucción de vuelo ingresando a la Escuela Farman de París, el 7 de febrero de 1910 donde realiza su primer vuelo solo. Ya para el día 13 del mismo mes obtiene su licencia de piloto con el Nº 32, otorgada por el Aeroclub de Francia. Durante los próximos ocho meses desarrolla una carrera exitosa como aviador hasta convertirse el 23 de septiembre el primer hombre en el mundo en cruzar los Alpes en un avión.
Luigi Barzini, Periodista Italiano que conoció a Jorge Chávez en su Libro “Il volo che valico le Alpi” que publicó en 1911, nos describe a Chávez de esta manera “Era un joven que tenia la pasión por la audacia. Muy rara vez aceptaba nuevas amistades, pero una vez que adquiría un nuevo amigo, se abandonaba a él con toda el alma, dispuesto a cualquier sacrificio. Los amigos no lo han conocido más que de un modo. Inalterablemente bueno, lleno de delicadeza, contento siempre. Se le conocía como un gentlemen-flyer. Amaba la burla tenía mucho “esprit” pero de buen tono. Poseía la jovialidad serena e inocente de quien tiene un alma y un cuerpo fuertes. En las decisiones era rápido e irrevocable”.
La identidad con su patria la puso de manifiesto inscribiéndose siempre como peruano en las competencias aéreas realizadas en los cielos de Francia, Inglaterra e Italia. Tras conquistar en agosto el récord mundial de altura en Blackpool, Inglaterra, declaró con mucho orgullo ante las personas que acudían a felicitarlo: “¡Yo soy peruano!”.
Nace un pionero: La Hazaña del Cruce de los Alpes.
En abril de 1910, Arturo Mercanti propone la organización de la travesía de los Alpes como prueba principal en el mitin “Circuito Aéreo de Milán”, el más importante concurso aeronáutico hasta este momento. El objetivo del mitin aéreo es poner punto final al debate sobre la superioridad entre los más y los menos pesados que el aire, batalla librada entre el aeroplano y el aerostato, y serviría para afianzar el desarrollo de la aviación hacia otras perspectivas.
El punto de partida es la ciudad de Brig, Suiza, haciendo escala en Domodossola, Italia, para finalmente llegar a Milán, con un recorrido total aproximado de 150 kilómetros. Para esta travesía se inscribieron nueve pilotos de diversas nacionalidades. La fecha para la prueba se fija entre el 18 y el 24 de septiembre. Chávez llega a Brig (en italiano Briga) en la segunda semana de septiembre y se convierte en uno de los participantes con más interés en efectuar reconocimientos de la ruta. Realiza varias excursiones en automóvil sobre el sector montañoso y las llanuras. Las pruebas se inician el lunes 19 de septiembre, pero las condiciones meteorológicas y la altura fueron haciendo desistir a casi todos los pilotos, quedando solo Charles Terres Weymann y Jorge Chávez Dartnell.
En la mañana del viernes 23, Chávez efectúa un reconocimiento en automóvil del sector de la montaña, constatando que las condiciones del vuelo han mejorado. Fiel a su espíritu audaz y competitivo, Chávez regresa a Brig decidido a enfrentar el reto y siendo las 13:29 horas despega a bordo de su Blériot XI de 50 caballos de potencia. Asciende gradualmente y se interna entre los picos nevados con dirección a Domodossola sobrevolando el hermoso valle del Simplón.
Jorge Chávez antes de decolar en Briga - Suiza
Tras haber resistido a los embates de los fuertes vientos, Chávez se convierte en el primer hombre en cruzar los Alpes. La población de Domodossola en medio de gran algarabía lo ve sobrevolar la ciudad en su descenso al lugar de aterrizaje establecido en el prado de Siberia. Testigos oculares dan cuenta que a tan solo unos veinte de metros de altura, las debilitadas alas del Blériot XI se plegaron hacia arriba como las hojas de un libro, haciendo que se precipite a tierra. Chávez es extraído de entre los escombros de su aeroplano y llevado al hospital San Biagio, donde muere a los cuatro días.
Luigi Barzini, escribió en el Corriere de Milan “Se ha destruido al hombre y a la máquina, pero el hecho prodigioso queda como recuerdo que no se destruirá nunca. Su nombre quedará para siempre entre los grandes triunfadores. Hasta en el más lejano futuro nadie que mire hacia la cumbre del monte León dejará de decir: ¡Por ahí pasó Chávez volando!”.
El Blériot XI luego del accidente en el campo de Prados de Siberia - Domodossola
23 de Setiembre Día de la Aviación Peruana
Jorge Chávez se convirtió en el primer hombre en cruzar los Alpes en un avión y esta hazaña lo encumbró a la categeoría de pionero de la aviación mundial, junto con otros grandes pilotos: Orville y Wilbur Wright, Santos Dumont, luis Bleriot, Charles Lindbergh, Italo Balbo, entre otros.
En el Perú, la hazaña del 23 de setiembre de 1910 marca el inicio de la historia de la aviación, si bien es cierto el primer vuelo se realiza unos meses después, se considera esta fecha simbólica puesto que Chávez siempre se consideró peruano y dedico sus vuelos a nuestro país, además de fomentar gracias a la travesía de los Alpes la creación de la Liga Pro-Aviación, promotora de la actividad aérea en Lima.
Por otro lado debo anotar que Jorge Chávez no estuvo ajeno a la visión de desarrollo que la actividad aérea puede traer a nuestro país y en el telegrama de agradecimiento por los saludos y felicitaciones que recibió del Perú debido a sus éxitos en diversas eventos aéreos en Europa contesta diciendo ”Agradezco compatriotas. No pierdo vista servicios aviación prestará a la patria” ……publicado en el diario La Prensa, setiembre de 1910. Esta necesidad esta vigente hoy y es consecuente con el legado dejado por Jorge Chávez, por tanto queda en las autoridades hacer eco de sus inmortales palabras: “Arriba, más arriba todavía”, palabras que motivan a los aviadores de hoy y son lema de nuestra aviación nacional “ Arriba Siempre Arriba”.
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